PROLANZ
PROLANZ "Y resucité al tercer día, en el psiquiátrico, absurdo invento…” -R.I. Se suicidió con más de 20 pastas de Prolanz. Tal vez 40. Recuerda haber tragado una pastilla tras otra. En la posología se asevera deceso con su record. Puede evocar haber caído en un sueño profundísimo, esa honda desintegración que dan los problemas graves de insomnio. En una realidad despertó tras 22 horas de sueño continuo. Eso después de haber estado despierto por más de 3 días seguidos. Se halló aturdido al abrir los ojos de nuevo. En la otra realidad no sobrevivió. En la otra realidad, dos realidades, despertó en el infierno, en la misma cama, en un lugar idéntico al planeta tierra, pero con la fortuna más adversa que un humano pueda afrontar. Hablar de esto es complejo. Sobre todo por su exégesis. Se supone que el infierno es como lo pinta Dante: fuego, torturas y ese asunto. No. Aldoux Huxley indagó que este planeta es más bien el infierno de otro