Buenoparanada

Fui bueno para ser

un adolescente lacónico,

reducido en su clase de matemáticas

a la mínima expresión

y sí, fui bueno para ser esa página de mi cuaderno

a la que he ido mil veces y ya está roída y arrugada.

También fui bueno para ser un lugar común, 

"otro primer animal" con la idea de un Dios y

lo fui también para ver señales de tránsito

hasta en los carros chocones.

Fui bueno para ponerle cinta en la boca al burocrático metrónomo,

fui bueno para tener dudas enormes sobre mi religión

(como si Dios estuviera a punto de manifestarse)

y fui bueno para darme cuenta que,

pasada la mitad de mi juventud,

ya no me arrepiento de mis pecados

sino de las fiestas a las que no me invitaron.

Ya empieza a crecer el murmullo.

Ya lo empiezan a decir a hurtadillas todos.

Nadie.

Mi conciencia.

Yo.

He sido todo un buenoparanada.