Cold as moon
Debí haberlo intuido.
Ese saludo tan frío,
Ese saludo tan frío,
después de tanto tiempo,
tiempo en que la ausencia me quemó,
no significaba otra cosa más que
miles de misiles estallaban sobre tu cabeza
en la patria de la guerra eterna.
Eres el desenamoramiento
que mató las prístinas raíces de un
amor
que nunca pudo ser.
Eres la causa y el efecto que hace que yo ahora
rechine como un plato.
Es evidente que ya no soy el mismo de antes.
Es evidente que para ti
la corona de espinas,
las heridas santas,
todo eso,
digo,
es evidente
que para ti tiene un significado ambiguo.
Para mí también,
aunque en verdad sólo un poco;
sólo cuando me siento loco.
Todo esto es como si hubiera mirado a los ojos
al sol.
No he quedado ciego,
No he quedado ciego,
no he quedado ciego,
pero ya no puedo verte más,
mi amor.
No lamento haber desafiado a falsos dioses,
sólo lamento tener que dejar de ver mi sueño,
mi amor.
Eras el cielo en esta tierra.
Hoy sólo hay incertidumbre.
Y desierto.
Y ganas de seguir viviendo
así tú ya no estés.
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